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El Plácido Sueño de los Gatitos.

El Plácido Sueños de los Gatitos.



Taller de Expresiones y Emociones. Al igual que cuando estamos enfermos y nos suministran algún tipo de medicamento al que tras un uso prolongado en el tiempo, el cuerpo se acostumbra y deja de producirnos el efecto curativo, se hace necesario un cambio, con las actividades y ejercicios que practicamos en este taller, hay que variar y sorprender constantemente a la persona; nuestra mente se hace más efectiva y se habitúa, se prepara y cada vez, es más difícil que nos permita entrar por esa pequeña puerta, por lo que hay que sorprenderla; os pongo un ejemplo y me estoy trasladando a una modalidad técnica y artística con él. Cuando dibujamos una plantilla con un dibujo realizado por otra persona, nuestros ojos ven de manera más o menos acertada lo que hay en la plantilla (cuestión de entrenamiento), nuestro hemisferio derecho, se limita a transmitir lo que los ojos han visto y se supone que una mano experta, plasmará eso mismo (cuestión de práctica); pero no sucede así, al menos al principio. Nuestro hemisferio izquierdo, quiere participar, está acostumbrado a dar órdenes y tienen infinidad de archivos, donde se encuentran almacenados: el primer sol que dibujaste con una gran sonrisa cuando eras pequeño/a, tu primer ojo (una almendra perfecta); tu primera figura humana (un monigote lleno de botones); tu primer barquito y otros dibujos posteriores.

En el proceso pasa lo siguiente: los ojos ven algo, el hemisferio derecho va a dar orden a la mano de que lo plasme tal cual lo vio, pero el hemisferio izquierdo, le dice; un momento, estás dibujando una mano y eso no se parece en nada a lo que yo tengo en el archivo, el hemisferio derecho se deja aconsejar en parte y la mano, dibuja un hibrido de ambas cosas. Si ponemos el dibujo al revés, el hemisferio izquierdo, no lo encuentra en sus archivos, no puede aconsejar al derecho y la mano plasma el dibujo tal cual sin adulterar. Con el tiempo, el hemisferio derecho deja de aceptar órdenes en cuestiones de dibujo y el izquierdo, acaba callando.

En Expresiones y Emociones, tratamos de ayudar al alumno/a a comunicarse con su propio subconsciente, pero la parte lógica de nuestro cerebro en la gran mayoría de la gente, está herméticamente cerrada mientras estamos despiertos y hay que sorprenderla cada cierto tiempo abriendo una pequeña puerta por un sitio diferente cada vez. El arte en todas sus variantes, es una buena herramienta, pero a veces, hay que cambiar “de medicamento” o poner “el dibujo al revés”.

 

En este último taller, en el que observamos, tan solo una de las partes del mismo, conseguimos todos/as, nuestros objetivos y nos despedimos con una gran sonrisa; las malas vibraciones, se quedaron en la arcilla que es moldeable; todos/as tuvimos felices sueños ese día.

 

El resultado artístico, no es lo que buscamos, sino la expresividad y con el tiempo la capacidad de comunicar.