No sé si recordaréis, tod@s aquell@s que sois de mi generación aproximadamente o mayores que yo, aquellos tiempos, en los que los niñ@s pasábamos nuestro tiempo libre, jugando en la calle con otros niñ@s y nuestras madres o padres, según el horario y día, nos iban vigilando, para que no nos ocurriera nada, también los padres y madres de los otros niñ@s, nos echaban un vistazo y si hacía falta, todos, como una piña, resolvían una situación de peligro.
Lo más conocido a las actividades extraescolares que existía, en aquella época, era algo así, a la “Permanencia”, que consistía en pagarle a tu mismo maestro o maestra, una cantidad de dinero mensual, por permanecer una horita más en clase, con tus mismos compañeros y compañeras, repasando cosas.
Vuelvo a la calle de nuevo. Acudir al encuentro de tus amigos y amigas, (vecinos), era nuestro deber en aquellos tiempos, no se podía faltar a la reunión, bajábamos a veces, con el bocadillo a medio merendar, para no perder el tiempo y todo transcurría entre carreras y demás ocurrencias; básicamente, todos los días eran así y era divertido, se establecían fuertes relaciones sociales ya a esa edad.
¿Qué ocurría, el día, que por desgracia, generalmente, tenías que acompañar a tus padres a alguna parte o regresar tarde?; nunca lo sabré, pero daba siempre la casualidad, que cuando al día siguiente, preguntaba a mis amigos/as, por lo ocurrido el día anterior, la respuesta siempre era la misma: “No veas lo que te perdiste, lo pasamos Bomba, no Bomba H, no Bomba de Neutrones; fue increíble” (había una niña especialista en buscar este tipo de terminologías) y siempre así; en la vida me ha pasado eso muchas veces, lo cual me hacía pensar, que siempre llegaba a los sitios después de que hubiera pasado lo bueno, o me iba antes de que ocurriera.
Pues eso mismo, no preguntéis por cómo nos lo pasamos ayer en el Fresh-Tival de la Vendimia, porque está vez, sí que es cierto, no como en la infancia; os lo perdisteis:
- Grupo de 10 personas (nuestro aforo máximo; así trabajamos a gusto)
- Conferencia y cata de vinos de la mano de Salvador Gallego propietarios de Vinos Málaga.
- Customización de nuestra propia copa para vino de cerámica
- Degustación de diferentes tipos de quesos, panes y uvas de Málaga (Málaga tiene de todo) y tarta de queso casera de postre.
- Como siempre, música temática acorde a la actividad y personalizada, en función de los participantes.
- En el jardín, bajo las estrellas, a la luz de las velas.
“¡LO PASAMOS BOMBA!”;
El aforo de esta actividad que forma parte de “Cerámica con los Cinco Sentidos”, se cubrió en dos días; estamos preparando la siguiente; vosotras/os, veréis.